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Nunca llueve a gusto de todos.

2022-05-08

Nunca llueve a gusto de todos. Esta sentencia se la pueden aplicar a la perfección los productores del melón de Carrizales, uno de los frutos más esperados del Camp d’Elx. La primavera más lluviosa de la historia que se está viviendo en la provincia amenaza con dejar la producción de este año a la mitad. Si el pasado 2021 ya se produjo por este motivo un descenso del 25%, con una caída de la cosecha de 400.000 a 300.000 kilos, las previsiones actuales son todavía peores. «Al llevar dos meses lloviendo, aunque sea de forma intermitente, a la tierra arcillosa de Carrizales le cuesta mucho secar, lo que imposibilita trabajar en ella», explica a este diario el presidente de la Comunidad de Regantes de Carrizales, Fernando Antón.

Las lluvias impiden labrar, abonar o preparar el terreno para la plantación de melones. Tampoco se puede realizar ningún trabajo que requiera el uso de tractores, ya que se quedarían atrapados entre la tierra o su motor se llenaría de barro. Otro problema es que, aunque la superficie se seque, en las capas más profundas hay que esperar un tiempo mayor para que desaparezca por completo la humedad. Esta misma cuestión obligó el pasado año a retrasar la plantación tres semanas, un periodo que, en esta ocasión, se va a superar.

Un contratiempo más se produce con las plantas que están actualmente en los viveros. Cuando estas plantas están en el semillero y aparecen sus dos o tres primeras hojas, son trasladadas a su lugar definitivo. Al pasar tanto tiempo sin realizar este traslado, endurecen y se llegan a poner en flor, por lo que cuesta mucho más plantarlas, lo que lleva a algunos productores a decidir no hacer uso de ellas. Esto afectará a la cantidad de la cosecha de este año. Aunque no hayan todavía datos definitivos, la peor previsión que en 2021 augura que la caída puede llegar a ser hasta del 50%, lo que supondría un golpe muy duro para campo el, sector que arrastra muchos problemas.

Los productores ilicitanos muestran preocupación por la merma en la producción y, también, por las consecuencias que va a atener en el mercado. Uno de los pocos alivios lo encuentran en que en zonas próximas que suponen competencia para Elche, como Almería o Cartagena, está lloviendo igual o más, por lo que se va a vivir la temporada con la misma incertidumbre. Una de las consecuencias de no haber podido plantar aún es que la fecha de recolección, que empieza a finales de junio, se retrasará, por lo que el melón de Carrizales coincidirá más en el mercado con el de la Mancha, por lo que habrá que sumar una competencia añadida.