El melón de Carrizales es seguramente el producto estrella del verano en el Camp d\'Elx, la fruta más dulce y cada vez más apreciada no solo a nivel local, sino también internacionalmente. De ahí que una heladería de Santa Pola, regentada por el italiano Gianluca Paini («Il mio gelato») haya comenzado a experimentar con esta fruta para elaborar un sabor único y particular de helado, porque es «el mejor melón que he probado en España». El proceso es completamente artesanal y hubo que hacer varias pruebas para dar con la receta justa, que equilibra solo pulpa de melón de Carrizal, azúcar y agua mezclados con una batidora que inyecta aire a la temperatura idónea para cada ingrediente al más puro estilo del sorbete siciliano, según comenta. El artesano tiene previsto ampliar su cartera de sabores también con el helado de granada a partir de septiembre, época en la que se cosecha otro de los frutos más típicos del campo ilicitano. La iniciativa surge de la intención de producir sabores de helados solo con materia prima de calidad y en la medida de lo posible autóctona y de temporada. Mientras tanto, el helado de melón está comenzando a hacerse un hueco junto a sabores frutales tan populares como la fresa o el limón, y se puede considerar más sano por la ausencia de conservantes o edulcorantes (aunque en cierta dosis son obligatorios por ley) que sí aparecen en los productos más industriales. El melón de Carrizales tiene otra característica que lo hace apto para la producción de estos sorbetes, y es que sabor dulzón hace necesario añadir menor cantidad de azúcar, señala el heladero, quien también incide en que él añade al menos un 50% de fruta a la mezcla mientras que los helados comerciales apenas llevan entre un 2 y un 8%. La Comunidad de Regantes de Carrizales, que preside Juan Miguel Montaner, está encantada con la iniciativa, que contribuye a promocionar su producto. El presidente señala que el dulzor típico de este melón se consigue gracias a que el terreno donde se cultiva es saladar (mientras que en otros lugares se le añade sal al agua para conseguir un sabor similar) y la pulpa es crujiente y dura por la presencia de carbonato cálcico en el suelo. Para cada bandeja de dos kilos de sorbete se utilizan cuatro o cinco melones, y de cada uno de ellos se obtiene algo menos de medio kilo de pulpa. Mientras tanto, la producción en el campo sigue bajo premisas ecológicas y de integración total con el medio ambiente. |